Luego de algún tiempo estamos de vuelta, ha sido difícil encontrar una
película impactante pero anoche traveseando llego a mis manos Brecha, dirigida
por Ivan Noel, una película de bajo presupuesto pero que sin duda cala hondo en
quienes la ven.
¿Qué pasaría si tu vida se derrumba en quince minutos? Si todo aquello
que atesoras dejará de existir. Esta es la historia de Andrés (Francisco
Alfonsín), quien sale de prisión luego de cuatro años. Condenado por un
accidente de tránsito donde mata a un niño, de él que al parecer fue
responsable, pero no por las razones que se piensa, vuelve al pueblo donde todo
ocurrió, tratando de regresar a su vida, pero es rechazado por la pequeña
comunidad. Su hijo José Ramón (José Ramón Lafita) lo espera, tras cuatro años
de ausencia y al cuidado de su abuela con gran emoción y timidez guardando un
gran secreto, algo importante que tiene que decirle, un secreto que lo
atormenta y no le permite vivir una vida "normal". Atemorizado por el
recuerdo de su padre, Jose Ramón es un niño de pocos amigos, quizá sólo uno,
quien lo insta a robar para mantener su amistad, y busca desesperadamente ese contacto
paterno, ese tiempo padre-hijo que nunca ha tenido, que lo lleva a valorar cada
momento que pasan juntos, por más que éstos sean escasos, perdonando todas las
conductas y maltratos de su padre. Andrés, por su parte, rechaza todo contacto
con el niño, profundamente indeciso sobre cómo; incluso, rechazándole la única
visita que le hizo en prisión, sin embargo se ven obligados a vivir juntos,
desde su excarcelación.
La historia gira en torno a los fantasmas mentales de Andrés, quien no
se siente capaz de continuar al cuidado de su hijo, al que no ha podido
contarle sobre la muerte de su madre. José Ramón, por el contrario, busca
desesperadamente la aprobación de su padre, tratando de pasar el mayor momento
con él, para lograr su confianza y así poder contarle ese gran secreto que lo
atormenta. Las relaciones de José Ramón son limitadas, por no decir nulas con su
entorno, hasta que llegan a un momento tirante al final del filme.
Un gran uso de flashbacks nos permiten conocer la relación caótica
entre Andrés y su esposa, el rechazo de Andrés a José Ramón, la falta de
atención hacia él, lo que conllevó a un accidente en la cocina, la relación totalmente contraria entre José Ramón
y su madre, quienes comparten varios momentos en la cocina, de ahí el gusto de
José Ramón y el repudio de Andrés a esta afición de su hijo.
José Ramón es descubierto robando, y es traicionado por su cómplice – y
único amigo – al delatarlo, éste hecho y las continuas insinuaciones de José
Ramón sobre el tema de su madre – tratando de encontrar el momento para
compartir su secreto enfurecen a Andrés y lo echa de la casa, urgiéndole a que
regrese a vivir con su abuela. José
escapa al lago, único lugar que ha visitado con su padre desde que viven juntos
e imagina una vida ideal con él, donde puede decir lo que siente, donde puede
cocinar para él sin que éste se enfurezca, donde puede contarle ese gran
secreto y cerrar su pasado. Al decidir
volver a casa, es nuevamente echado de ella por Andrés, Jose Ramón corre y Andrés
divisa un auto a velocidad en dirección a su hijo. Los recuerdos del accidente
de tránsito que ocasiono cuatro años atrás vuelven a su mente… la asfixia de su
mujer al momento de ingerir un alimento preparado en casa… su desesperación por
salvarla. José Ramón corre sin divisar
el auto, quizá hacia un final desolador.
¿Qué secreto guarda José Ramón que no se atreve a confesar a su padre?
Si bien de bajo presupuesto, la trama atrapa al espectador de principio
a fin, sin un excesivo uso de efectos visuales, pero con un gran suspenso, este
drama es quizá uno de los pocos que explora la relación entre padre hijo de
forma real, la falta de atención de los padres hacia sus hijos y los problemas
que pueden desencadenar, el afán de los
hijos por lograr agradar a sus padres y al mismo tiempo el temor de hablarles y
contarles sus secretos, el no saber cómo decirles lo que les preocupa y buscar
su ayuda; sin duda un mensaje a tener en cuenta, y una situación a evitar
cuando se está frente a un hijo.
Brecha, dirigida, producida,
escrita (y un largo etc en todas las funciones de producción) por Iván Noel en
2009 y con un reparto de sólo cinco personas, te mantendrá cautivo hasta el
final, un final que conmoverá a más de
uno, pese a no ser una película comercial – como todo el cine independiente –
puedes comprarla en la página web del director, y así contribuir a su trabajo en
futuras producciones, sin lugar a dudas,
una historia para ver en familia y para evitar sus excesos, si aún no la has
visto, búscala y date el gusto!